Las principales salidas profesionales son la actividad académica en centros de educación superior, la integración en grupos y proyectos de investigación nacionales o internacionales, así como en el sector empresarial y de la comunicación científica.
Las personas que se doctoran en Lógica y Filosofía de la Ciencia se emplean en un vasto dominio de campos que van desde el trabajo académico o investigador en universidades y centros de investigación, museos y bibliotecas, hasta periodismo científico, y comunicación científica.
También encuentran trabajo principalmente en puestos administrativos superiores: en la administración pública, en la administración universitaria, en la banca, o en editoriales. Asimismo en ONGs o en empresas que necesiten especialistas en computación, en tecnologías de la información o en cuestiones relacionadas con la igualdad de género.
Un cierto número también ha fundado su propia empresa que puede abarcar muy diversos ámbitos: formación y consultorías de diversos tipos: lingüísticas, argumentativas (por ejemplo en procesos judiciales, controversias en diversos ámbitos, organización de empresas, etc.); salas de juegos de escape (que incentivan dinámicas como el trabajo en equipo, el liderazgo, la lógica, la oratoria, el trabajo por objetivos, etc.) y que se ofrecen como actividad de team building para otras empresas, etc.
